Constantemente se nos habla de los beneficios que brindan las mascotas a la salud.
Realmente hemos escuchado historias increíbles, desde un perro que puede detectar o percibir el cáncer o hasta aquellos que están entrenados para realizar una reanimación.
Mi experiencia no es tan sorprendente como esas, pero considero importante hablar sobre la ayuda que una mascota me ha brindado ante mi enfermedad.
Durante toda mi vida conviví con la disautonomía. La disautonomía es una serie de síntomas que son generados por un mal funcionamiento del sistema nervioso.
La disautonomía tiene muchísimas formas de manifestarse y para algunos pacientes o en ciertos momentos de la vida puede ser mucho más limitante que en otras.
Los beneficios de mi mascota en mi enfermedad
Mi mascota es una perrita de 8 años. Ella ha convivido durante toda su vida con mi padecimiento. Es de llamar la atención cómo las mascotas son perceptivas ante la salud.
Mi perrita sabe cuándo es un día malo de disautonomía y es la mejor. Si padeces disautonomía sabrás que un día malo es aquel en el cual simplemente no puedes salir de la cama, no tienes energía o los latidos de tu corazón son tan rápidos que necesitas permanecer en reposo la mayor parte del día.
Mi mascota es la mejor, esos días no exige nada de mí
Pues mi mascota es la mejor, esos días no exige nada de mí, podríamos pensar que se está volviendo adulta, pero ella tiene años haciendo lo mismo.
Esos días malos se recuesta junto a mí, me ayuda a no sentir exigencia de nada, a pasar el día en calma. Cuando se recuesta siempre busca tocar alguna parte de mi cuerpo y eso es reconfortante.
A ella le han tocado los síncopes, una de las manifestaciones de la disautonomía, una vez que recobro el conocimiento ella permanece recostada junto a mí y así lo hace hasta que alguien llega a ayudarme o hasta el momento en que puedo ponerme de pie.
No puedo negar que en ocasiones he percibido que se asusta, cuando hacemos movimientos bruscos para levantar mis piernas, sin embargo sabe claramente lo que está pasando y lo sé porque cuando termina la situación de tensión vuelve a su lugar junto a mí.
Su presencia ha sido de ayuda para los días buenos, malos o pésimos de mi enfermedad. Su compañía ha sido muy valiosa y sobre todo me ha dado mucho amor.
Las personas que padecen disautonomía luchan diariamente con la incertidumbre, no sabes cuándo será un buen día, en muchas ocasiones necesitas dormir o recostarte, por lo que la socialización se vuelve complicada.
Por su parte mi mascota no tiene problema con ello, me acompaña y acepta lo bueno y lo malo siempre.
Cómo beneficia a la salud el tener una mascota
Todas las enfermedades son diferentes y seguramente cada persona tendrá su propia experiencia de si una mascota le benefició o no. Sin embargo más allá de mi padecimiento, en mis días buenos, convivo con algunas cuestiones que me ayuda, aquí las puntualizo:
–Reduce el estrés.- Los paseos tanto en los malos o buenos ratos de mi padecimiento son beneficiosos, caminar con mi perrita me ha ayudado a relajarme, me ayudan con el estrés y de igual forma a realizar una actividad física por mínima que sea.
–Ayudan con la ansiedad. No sé si esté comprobado científicamente pero por mí sí, acariciar a mi mascota resulta reconfortante y me ayuda con la ansiedad. En ocasiones me es imposible levantar mi brazo, pero ella siempre me ayuda para que al menos pueda acariciarla en esos momentos donde no puedo hacer más.
–Compañía.- Seguramente es uno de los mejores inventos del planeta: los perros. Fueron creados para dar amor sin límite y para ser los mejores en compañía. Para una persona que tiene limitantes, ayudan a crear un mundo donde no estén tan solos.
Mi mascota ha sido fundamental en la aceptación de mi padecimiento. Su compañía pieza importante y su amor único. ¿Padeces alguna enfermedad? ¿Has tenido experiencias con alguna mascota en algún padecimiento? ¿Tienes disautonomía, te ha ayudado de alguna forma tu mascota? Déjanos tu comentario.
Todas las enfermedades son diferentes y seguramente cada persona tendrá su propia experiencia de si una mascota le benefició o no. Sin embargo más allá de mi padecimiento, en mis días buenos, convivo con algunas cuestiones que me ayuda, aquí las puntualizo:
–Reduce el estrés.- Los paseos tanto en los malos o buenos ratos de mi padecimiento son beneficiosos, caminar con mi perrita me ha ayudado a relajarme, me ayudan con el estrés y de igual forma a realizar una actividad física por mínima que sea.
–Ayudan con la ansiedad. No sé si esté comprobado científicamente pero por mí sí, acariciar a mi mascota resulta reconfortante y me ayuda con la ansiedad. En ocasiones me es imposible levantar mi brazo, pero ella siempre me ayuda para que al menos pueda acariciarla en esos momentos donde no puedo hacer más.
–Compañía.- Seguramente es uno de los mejores inventos del planeta: los perros. Fueron creados para dar amor sin límite y para ser los mejores en compañía. Para una persona que tiene limitantes, ayudan a crear un mundo donde no estén tan solos.
Mi mascota ha sido fundamental en la aceptación de mi padecimiento. Su compañía pieza importante y su amor único. ¿Padeces alguna enfermedad? ¿Has tenido experiencias con alguna mascota en algún padecimiento? ¿Tienes disautonomía, te ha ayudado de alguna forma tu mascota? Déjanos tu comentario.
¡Hola! Muchas gracias por éste y todos los post de este sitio. Tengo una duda, ¿en caso de haber decidido el apoyo de un perro que ayude en la disautonomía, saben de algún lugar en México donde se pueda buscar perros entrenados? De antemano, muchas gracias.
Gracias César, desconozco de si existe un entrenamiento especial para perros que ayuden con esta condición, seguro será complicado. Pero si lo encuentras, nos encantaría que lo compartieras.